DVD:
1.
Fury Warner Home Video (10/05/2005)
2.
Controversial Classics 1 Warner Home Video (10/05/2005)
Reseña crítica: El joven Joe Wilson (Spencer Tracy) se despide de su novia (Sylvia Sidney) y marcha a trabajar lejos de su ciudad, con el propósito de ahorrar dinero para casarse. En el camino, Joe es arrestado por un comisario rural (Walter Brennan) que desconfía de todos los extraños a su pueblo. Un caso de secuestro infantil está vigente y la descripción del secuestrador cabe en el aspecto de Joe. Mantenido bajo arresto en la comisario del pueblo, hasta tanto Joe pueda comprobar su identidad, ubicando a sus dos hermanos, que se quedaron en la ciudad (Frank Albertson y George Walcott), el pueblo comienza a generar un extraño pero natural proceso. Primero es a través de los chismorreos de las comadronas y de las reuniones de hombres en peluquerías o cantinas. El rumor de que el extraño detenido puede llegar a ser el famoso secuestrador se convierte pronto en la infundada certeza de que Joe es el secuestrador. A medida que avanzan las horas, el populacho enardecido se pone bajo la égida de un vecino (Bruce Cabot) y marcha a la comisaría a pedir justicia. Las cosas se descontrolan, y por la noche, la turba ataca al cuerpo policial, penetra en la comisaría y como no pueden ingresar a las celdas, incendian el edificio. Al otro día, por supuesto, se conoce que cayó el auténtico secuestrador, de manera que se ha producido el linchamiento de un inocente. Acto seguido (conveniencias políticas de por medio), el Fiscal Estatal (Walter Abel) dirige una demanda judicial por la pena de muerte para una veintena de vecinos (los más comprometidos en los hechos delictivos). Lo que hasta ese momento parecía una película de juicio por linchamiento, adquiere un interesante giro debido a que Joe realmente no ha muerto, habiendo escapado milagrosamente por una cloaca. Destruído más emocional que físicamente, decide ocultarse (hasta de su novia y hermanos) y vivir una anónima nueva vida, escuchando las alternativas del juicio por la radio y aguardando el día que sus "asesinos" sean ejecutados satisfaciendo así su sed de venganza. Primera película norteamericana de Fritz Lang, que, a través de los años, conserva importantes virtudes y sufre varios defectos, uno de los cuales es que la principal evidencia contra los manifestantes son filmaciones de camarógrafos de noticiarios con una inusual "calidad cinematográfica" (en realidad vemos las mismas escenas del incendio; habría que esperar al Kane de Orson Welles para hacer creíbles "falsas escenas de noticiarios"). La película tiene contrastes importantes, de candidez (los malos muy malos), y de avanzada madurez (el héroe vengativo y antihéroe) y por momentos parece que la trama está demasiado inducida para conducir hacia el punto de conflicto buscado. Pero a pesar de lo rebuscado del "get the point" (sin precedentes en el Cine Americano), la obra es soberbia en sus rubros cinematográficos y ofrece lúcidos puntos de vista críticos a una sociedad seducida y decepcionada por la otra cara del "Sueño Americano". [Cinefania.com]
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